PROCEDIMIENTO PARA LLEVAR A CABO UN DESPIDO

En primer lugar, se deberá de comunicarle al trabajador un preaviso. Este preaviso, como regla general, deberá de darse con una antelación mínima de 15 días, para aquellos contratos con duración superior a un año. 

Para el resto de casos el preaviso no será necesario, esto es, para contratos inferiores a un año. 

En el caso de que el empleador no respete este preaviso podrá ser penalizado y obligado a indemnizar al trabajador.

Este preaviso se lleva a cabo a través de lo que se denomina carta de despido. Según el artículo 55 del Estatuto del Trabajador, el despido le será notificado al trabajador por escrito haciendo figurar los hechos que lo motivas y la fecha en que tendrá efectos. 

Esto quiere decir, que en la carta de despido que se le a de entregar al trabajador, debe de constar el motivo de despido claramente detallado. Con esto queremos decir que es necesario que al leer la carta debe de entenderse el motivo y que la causa de despido es real y que se encuentra justificada. 

Además, para el caso de un despido objetivo, una vez entregada la carta de despido, el empresario deberá de pagar la correspondiente indemnización al trabajador, para que el despido finalmente sea procedente. Si esta indemnización no le es pagada, el despido no estaría por tanto bien realizado y podría impugnarse.

La carta deberá de ser firmada por el trabajador, si este es tu caso, y no estás conforme podrás firmar como no conforme, y, posteriormente recurrir el despido.

Si estás en medio de un despido, y consideras que tu jefe no ha seguido el procedimiento de despido correctamente, quiere decir que tu despido es improcedente, por lo que deberás de impugnarlo. Para saber sobre los tipos de impugnación de despido y sus consecuencias, te interesa leer esto

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